martes, 5 de febrero de 2013

Estrategia educativa. Jovenes y Drogas.



El consumo de drogas puede acarrear multitud de problemas, tanto físicos, como psíquicos o sociales, para quien consume.
La OMS define droga como: Substancia que, introducida en un organismo vivo, puede modificar una o varias funciones de éste. También se afirma que produce un sentimiento de satisfacción y un impulso psíquico que lleva a tomarla de modo continuo o periódico para experimentar placer o evitar molestias.
Otro concepto asociado a la droga, es el craving, entendiendo este por una experiencia subjetiva de deseo intenso de consumir o de necesidad imperiosa, de autoadministrarse una determinada substancia adictiva. El craving aumenta cuando el consumidor se enfrenta a estímulos asociados al consumo. El craving no desaparece aún cuando haya desaparecido el consumo, es por tanto un objetivo central en el tratamiento detectar, analizar y afrontar los deseos de consumo.
El síndrome de abstinencia se produce cuando se deja de administrar una substancia y produce síntomas tanto físicos como psíquicos que crean un intenso malestar.
Los factores de riesgo que llevan al consumo pueden ser de distinta índole:
  • Factores individuales: relacionados con las características internas de cada persona. Por ejemplo, el autoconcepto negativo, o la baja autoestima son factores de vulnerabilidad, mientras que un buen autocontrol es un factor de prevención.
  • Factores relacionales: Relacionados con la interacción específica de cada persona con la familia, sus compañeros o amigos y el contexto escolar. Por ejemplo son factores de vulnerabilidad el fracaso escolar, la interacción con iguales antisociales o consumidores, los conflictos familiares, las actitudes favorables a las drogas de los padres, la escasa disciplina y supervisión, etc.
  • Factores sociales: Se refieren a un entorno social más amplio. Por ejemplo la accesibilidad al consumo, el escaso apego al vecindario, leyes y normas favorables al consumo de drogas, etc.

 El Plan Nacional de Drogas (2008:56) define la prevención como un entramado dinámico de estrategias que tienen como objetivo eliminar o reducir al máximo la aparición de problemas relacionas con el uso indebido de drogas.
Las estrategias didácticas de prevención tienen como objetivo influir en las conductas, impulsar valores y actitudes a fin de eliminar o reducir el uso de substancias.


 Se proponen las siguientes fases/estrategias de cara a afrontar la intervención en este contexto:
1º fase. Captación del grupo o joven con el que se desea trabajar. El objetivo es ganar confianza y ser aceptado por los jóvenes, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
  • Elección del momento y vocabulario más adecuado para conseguir una respuesta positiva.
  • Utilización de la comunicación gestual.
  • Explicación de los apoyos y funciones que se ofrecen.
  • Mostrar preocupación y curiosidad por ellos.
  • Mantener siempre una escucha activa.
  • No imponer, hacer promesas, juzgarles o hacer juicios de valor.
2º fase: Conocer las características del grupo o joven. Paso muy importante para planificar la intervención posterior es saber:
  • Lo que saben sobre drogas y las percepciones sobre el riesgo.
  • Lo que quieren y les conviene saber.
  • La accesibilidad, disponibilidad de sustancias en su entorno inmediato.
  • Las creencias y actitudes ante el consumo de substancias.
  • La experiencia con estas, la intención y frecuencia de consumo.
3º fase. Motivar al joven o al grupo. Para preparar para el cambio que propone la intervención. En resumen, se desea concienciar al joven o grupo de su postura o situación ante el consumo de substancias.


 Resumén del capítulo 6. Sánchez, C. (Coord). Aplicación de estrategias didácticas en contextos desfavorecidos. Madrid. Editorial UNED.

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