miércoles, 23 de mayo de 2012

Cuestionario "Familia y salud" (y 2)

Cuestionario
“Familia y salud”


Educación para la salud.
Grado Educación Social UNED.
Se puede descargar el cuestionario desde este enlace.


4.         Análisis de los resultados.

4.1        Niveles de interpretación.

El análisis de los resultados de estos 8 cuestionarios puede realizarse en dos niveles, un nivel individualizado para cada familia, y un nivel general, teniendo en cuenta los resultados de todos los encuestados, pudiendo conseguirse unas conclusiones y objetivos más concretos e individualizados, o por el contrario unos más generales.
El estudio de los datos conjuntos puede darnos una visión general de las necesidades que necesitaran de intervención, pudiendo utilizarse por ejemplo en la elaboración de estrategias y recursos que pueden ser compartidos.
Será pero a través del estudio de los datos obtenidos para cada familia que nos podremos centrar en las necesidades de cada una de estas, para individualizar la intervención a cada caso concreto. 
Va a ser en el primer nivel en el que voy a centrar mi análisis en esta actividad, ya que quizás no me resultan tan interesantes las necesidades de cada grupo familiar concreto, que se pueden deducir fácilmente al analizar las respuestas de su propio cuestionario, como conocer las tendencias y necesidades generales que de esta pequeña muestra se pueden obtener. 

4.2       Metodología.

El cuestionario se halla dividido se compone de 39 preguntas divididas en 4 bloques según la temática tratada. Las preguntas se responden mediante una escala de valoración del 1 al 5, donde 1 significa nada, 2 significa poco, 3 a veces, 4 a menudo y 5 siempre.
En las preguntas se valoran variables atributivas medidas en un nivel de medida nominal, por lo tanto, los números que se definen en los resultados no son la medición de las variables, sino la frecuencia de aparición de estas en la escala de valoración.
Es en el estudio de las frecuencias en las que se fundamenta el análisis de los resultados conjuntos de los 8 cuestionarios.
Se realiza este análisis dividiéndolo en los cuatro bloques de que consta el cuestionario.

4.3       Resultados Bloque I

El hábito positivo que se encuentra en mayor proporción es “Favorecer la unión entre los miembros de la familia.”, 5 de los 8 encuestados contestan que en su familia este hábito se realiza a menudo o siempre.
Los hábitos que han obtenido más contestaciones en el lado positivo de la escala de valoración son: “La promoción de los valores morales”,” la explicación de los motivos de los castigos”, y “la consideración de la influencia del entorno familiar en la autonomía de los hijos”.
En el lado opuesto, el hábito que se encuentra más en falta, es “la colaboración de los hijos varones en las labores del hogar”, ya que 7 de los 8 encuestados responden que este hábito no se realiza nunca o en pocas ocasiones. Este es el único hábito en que la frecuencia de respuestas es mayor en el lado negativo de la escala de valores, siendo “el respeto a las normas de convivencia” y “la consideración de la estabilidad como factor de prevención del alcoholismo, drogadicción y delincuencia en la pubertad”, los siguientes hábitos de la lista en número de respuestas en el lado negativo.
Como puede verse en la figura 1, el recuento de frecuencias de las respuestas del bloque I, nos da unos resultados bastante equilibrados alrededor de la valoración media, con ligera preponderancia de la valoración positiva.

 Fig. 1.

4.4.      Resultados Bloque II.

El hábito favorecedor de un apego seguro que más constatan las respuestas, es el “Establecimiento de un ambiente cálido, seguro y estable”, 7 de los 8 encuestados han respondido haberlo proporcionado a menudo o siempre.
En segundo lugar 6 de los 8 encuestados han respondido haber favorecido la seguridad y la autoestima a menudo, o siempre.
Como se puede ver en la figura 2, las cinco primeras preguntas, han obtenido todas ellas valoraciones en el lado de respuesta positiva de la escala, en el recuento de frecuencias.
En las preguntas 16 y 17, la tendencia es inversa, y se constata la poca consideración de “la relación del rol de la familia con los problemas sociales y emocionales” y de “la calidad del apego como factor que predice la conducta antisocial de los hijos”, ya que 4 y 3 encuestados respectivamente responden en el lado negativo de la escala de valoración, y solo uno en el lado positivo, el resto lo hacen en la zona media.
En cuanto a la frecuencia del castigo como modelo sancionador, las respuestas son variadas y no homogéneas, a pesar de que poco es la respuesta más elegida siendo 3 los encuestados que la señalaron.

 Fig. 2.

 Fig. 3.

4.5       Resultados Bloque III.

Los hábitos y actitudes más presentes según el nº de respuestas son la “Exigencia con respeto al grado de madurez y los objetivos académicos” y “Animar a la expresión de sentimientos”, con 7 y 6 respuestas en el lado positivo de la escala de valoración, reflejando que estos hábitos y actitudes se dan a menudo y siempre.
Mientras que los hábitos y actitudes con más respuestas en el lado negativo de la escala son “Evitar la crítica y la ofensa cuando no coinciden las opiniones” y la “Consideración del apego inseguro de los padres como factor que causa ansiedad en los hijos” con 3 respuestas cada uno.
Del recuento de frecuencias de las respuestas del bloque III, en la figura 4, se desprende una distribución alrededor de la valoración media, con preponderancia hacia la valoración positiva.

 Fig. 4.

4.6       Resultados Bloque IV.

Los hábitos y actitudes más presentes según el número de respuestas son “Promover el lavado de manos con frecuencia”, “Respetar las horas de sueño de los hijos”, “Programar el consumo de verduras tres veces por semana” y “Promover el consumo diario de fruta”, con 4 respuestas en el lado positivo de la escala de valoración, significando que se presentan a menudo o siempre.
Mientras que los hábitos y actitudes que se encuentran en menor medida son “Reducir la cantidad de horas de televisión de los hijos”, “Promover la realización de actividades deportivas de forma sistemática en los hijos”, y “Programar el menú teniendo en cuenta las calorías”, con 5 y 6 respuestas respectivamente en el lado negativo de la escala de valoración, significando que esto se realiza nada o poco.
Del recuento de frecuencias de las preguntas de la 29 a la 37, figura 5, se desprende que las respuestas tienen una distribución entorno a la media, con ligera predisposición a la valoración negativa.

 Fig. 5.

Las preguntas 38 y 39 nos indican que el consumo de vitaminas y suplementos dietéticos es mínimo, siendo 5 los encuestados que responden que nunca los consumen, y que el consumo de sal es habitual siendo 5 los encuestados que responden que la usan a menudo o siempre.

5.         Conclusiones.

Las conclusiones que se pueden sacar del análisis de los resultados conjuntos de los 8 cuestionarios, y que como se ha indicado pueden ser de utilidad para diseñar y escoger estrategias y recursos que puedan ser de aplicación común para todas la familias implicadas hacen referencia al trabajo alrededor de la adquisición y/o corrección de los siguientes hábitos y actitudes:
·         colaboración de los hijos varones en las labores del hogar
·         respeto a las normas de convivencia
·         consideración de la estabilidad como factor de prevención del alcoholismo, drogadicción y delincuencia en la pubertad
·         consideración de la relación del rol de la familia con los problemas sociales y emocionales
·         consideración de la calidad del apego como factor que predice la conducta antisocial de los hijos
·         Evitar la crítica y la ofensa cuando no coinciden las opiniones
·         Consideración del apego inseguro de los padres como factor que causa ansiedad en los hijos
·         Reducir la cantidad de horas de televisión de los hijos
·         Promover la realización de actividades deportivas de forma sistemática en los hijos
·         Programar el menú teniendo en cuenta las calorías

6.         Propuestas de mejora e intervención.

Para finalizar esta actividad cabe señalar posibles propuestas para trabajar la educación para la salud con estas familias, teniendo en cuenta los anteriores resultados.
Las intervenciones podrían basarse en:
  • Transmisión de valores y conocimientos, a través de la educación informal en el contacto de la integradora con las familias. Esta podría informar sobre cuestiones relacionadas con el desarrollo psicológico de los niños como la estabilidad emocional, el apego, el rol de la familia, el comportamiento de los padres, etc.
  • Dotación de herramientas y recursos para la organización y distribución de las labores del hogar, de forma que esta sea razonable y satisfactoria para todos los implicados, y mediación durante el proceso si es necesario.
  • Dotación de herramientas y recursos para el establecimiento de unas normas de convivencia coherentes, y que sean ampliamente aceptadas y satisfactorias para todos los implicados, y mediación durante el proceso si es necesario.
  • Dotación de herramientas y recursos para que la familia conjuntamente, y sus miembros individualmente, gestionen su tiempo libre de forma saludable.

7.         Bibliografía.

Pérez Juste. R. Estadística Aplicada a la Educación. Editorial Prentice-Hall

Perea Quesada. R. Educación para la salud y calidad de vida. Editorial Narcea

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