Modelos para la evaluación de instituciones
Requisitos para
llevar a cabo un proceso de evaluación de instituciones:
- Debe ser un proceso holístico que
incluya todos los aspectos relevantes de la institución.
- Se debe organizar en módulos para
poder definir etapas y fases en la evolución.
- Exige involucrarse en el proceso de
gestión.
- Necesita de flexibilidad.
Se divide la realidad
institucional en tres grandes dimensiones:
- Organización y gestión, que incluye
aspectos estructurales así como: Distribución de tareas, división del
trabajo, canales de comunicación, uso de tiempo y espacios, recursos
humanos, materiales y económicos.
- Pedagógica-didáctica, que incluye
aquellas actividades que diferencian las instituciones como: Modalidades
de enseñanza, teorías de la enseñanza, valor de los saberes pedagógicos,
criterios de evaluación de los procesos y resultados.
- Comunitaria, relacionada con el
entorno con el que trabaja, como: acuerdos o contactos con entidades y
organizaciones locales, actividades formativas en el contexto, acciones
dirigidas a la comunidad.
Enfoques para la evaluación de instituciones.
Para Pérez Juste
(1989): Global o holístico, parcial y mixto.
Para De
Miguel (1989): Centrado sobre
resultados, centrado sobre la eficiencia de los procesos internos, modelos
causales, modelos centrados en la evaluación de cambios.
Para Borrell
(1995): Enfoque de sistemas, enfoque político, enfoque simbólico.
Evaluación interna o autoevaluación.
Tiene relación
con el desarrollo de modelos organizativos de carácter participativo, en el que
los agentes implicados deben asumir un protagonismo activo.
La autoevaluación
lleva a un perfeccionamiento de la institución. Sus principios son:
- Autonomía institucional, que otorga
en relación a la toma de decisiones.
- Correspondencia entre objetivos y
resultados.
- Participación activa de todos los
agentes de la institución.
- Adecuación al contexto en el que se
inserta.
- Retroalimentación, para promover
cambios de mejora.
La autoevaluación
de instituciones ofrece las siguientes posibilidades:
- Promueve el dialogo, el intercambio
de opiniones e ideas entre los integrantes de la institución.
- Favorece la comprensión de la
realidad objeto de análisis.
- Ayuda a priorizar los objetivos.
- Facilita la toma de decisiones.
- Adecúa el funcionamiento de la
institución a nuevas realidades contextuales.
Sus ventajas son:
- Mayor implicación personal de los
agentes.
- La calidad de los datos recogidos con
mayor fiabilidad y validez.
- Respeto a la intimidad de la persona.
- Detección de aspectos no visibles
desde un análisis externo.
- Desarrolla capacidades de
observación, análisis y planificación.
- Mejora el perfeccionamiento profesional
docente y de gestión.
- Permite detectar causas y procesos.
Sus
inconvenientes son:
- Otorga un carácter individualista al
profesional.
- Puede causar resistencias del
personal a manifestar su intimidad.
- Limita el tiempo.
- Adolece de formación técnica.
- Puede ocultar problemas sustantivos.
Las variables que
se contemplaran se pueden agrupar en los siguientes campos:
- Objetivos planteados.
- Contexto.
- Proyecto educativo.
- Aspectos organizativos y de gestión.
- Medios y recursos disponibles.
- Clima escolar del centro.
- Relaciones con la comunidad
educativa.
- Papel protagonista de los agentes.
Evaluación externa
Puede actuar como
complemento de la evaluación interna o servir a las instituciones para
demostrar su eficacia frente a otras propuestas, para constatar acreditaciones,
comprobar las autoevaluaciones.
Se centrarán en
la comprobación de los logros, el control de su funcionamiento, las
dificultades presentes y los recursos disponibles.
Con ella la
administración (el evaluador externo) obtiene información sobre: El aprovechamiento
de recursos destinados, los resultados alcanzados, y el nivel de funcionamiento
general del sistema.
Los
procedimientos más utilizados son para Rosales (1995): comprobación de
resultados mediante pruebas específicas, análisis de la eficacia mediante
observación, informes, cuestionarios, entrevistas, etc. La evaluación global
mediante inspecciones y sistemas de acreditación.
Sus ventajas son:
- Personal responsable con
cualificación técnica.
- Visión objetiva del centro.
- Empleo de técnicas e instrumentos
precisos.
- Resultados contrastables con otras
aportaciones o centros distintos.
- Garantías de mantener el anonimato.
Sus limitaciones
son:
- Provoca reacciones de subordinación.
- Actuación pasiva de los profesionales
del centro.
- Proporciona datos descontextualizados.
- El agente externo (padres, sociedad,
etc.) actúa como juez.
- Análisis poco concreto.
- Puede coartar las iniciativas
individuales.
Evaluación mixta. Integra los dos modelos anteriores.
Evaluación participativa.
Por sus
características se identifica en mayor grado con la evaluación interna.
Se señalan los
siguientes criterios:
- Negociación, entre el personal de la
institución.
- Colaboración.
- Confidencialidad.
- Imparcialidad.
- Equidad.
- Compromiso con el conocimiento.
Evaluación normativa
Es la propuesta
que surge de comparar los resultados grupales y generales con la norma
establecida. Por lo que exige establecer tal norma o escala de referencia,
generada por estudios previos. La norma permite justificar frente a la sociedad
que un individuo reúne los requisitos necesarios para promocionar en su
actividad profesional y personal.
Va en relación
muchas veces con la evaluación de aprendizajes.
Evaluación criterial.
Implica partir de
las condiciones personales de los sujetos para conocer que se puede y que se
debe exigir en los contextos de actuación.
Se utilizan los
siguientes criterios:
- Pertinencia
- Coherencia
- Suficiencia y adecuación de los
objetivos.
- Facilitación del desarrollo de los
programas de intervención.
- Eficacia.
- Eficiencia.
- Satisfación.