Los
estándares son principios acordados por los profesionales implicados que sirven
de propósito a mejorar la calidad de la actividad profesional.
Estan organizados en torno a cuatro criterios:
Utilidad: Aseguran que la evaluación ofrece la información necesaria y adecuada.
Viabilidad: Aseguran que las evaluciones sean realistas, prudentes y adecuadas.
Honradez o probidad: Aseguran que la evalución se lleve a cabo de acuerdo a las normas legales y los principios éticos.
Precisión: Aseguran que la evaluación aporta información técnicamente correcta en relación al programa.
Estándares de Utilidad:
- Descripción de la audiencia: Ee todas las personas implicadas, para identificar necesidades.
- Credibilidad del evaluador: debe ser de confianza y competente.
- Alcance y selección de la información: Esta debe ser amplia y adecuadamente seleccionada.
- Interpretación: Los evaluadores deben describir las perspectivas, procedimientos y bases lógicas utilitzadas para la interpretación.
- Claridad del informe
- Difusión y oportunidad del informe: Los resultados deben ser significativos y dados a conocer a todos los implicados.
- Impacto: Debe tener incidencia en la posterior toma de decisiones y actuaciones de los interesados.
- Procedimientos prácticos: Deben ser adecuados y causar los mínimos problemas posibles.
- Viabilidad política: Debe procurar la cooperación de los grupos interesados.
- Eficacia de los costes: Los resultados de la evaluación compensan los recursos utilizados.
Estándares de Honradez o Probidad:
- Orientación al servicio: Con la intención de atender las necesidades de los participantes.
- Acuerdos formales: Plasmados en un documento por todas las partes implicadas.
- Respeto a los Derechos Humanos.
- Relaciones humanas: Respetando la dignidad e integridad de todos los implicados.
- Informes claros y completos.
- Derecho a saber: Los documentos serán accesibles a todos los implicados.
- Conflicto de intereses: Los conflictos se afrontarán de manera abierta y honesta.
- Responsabilidad fiscal: Asegurando el uso de procedimientos económicos, siendo prudentes y eticamente responsables en la gestión económica.
- Documentación del programa: Debe ser precisa y clara.
- Análisis del contexto: Para identificar la influencia que pueda representar.
- Descripción de intenciones y procedimientos.
- Fuentes de información: Descritas al detalle para valorar su adecuación.
- Información válida.
- Información fiable.
- Información sistemática y revisada.
- Análisis de la información cuantitativa.
- Análisis de la información cualitativa.
- Conclusiones justificadas.
- Objetividad del informe: Evitando distorsiones interesadas.
- Metaevaluación: La evaluación misma debe ser evaluada.
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