Evaluación integral, integrada e integradora.
La evaluación se define como integral si
abarca todos los aspectos que inciden en los objetivos de la evaluación.
La evaluación se define como integrada si
está en armonía y sintonía con la acción educativa.
La evaluación se define como integradora
si dinamiza a todos los agentes implicados en la acción educativa promoviendo
la autorreflexión, el análisis y la autocrítica, fomentando la innovación y
estimulando el deseo de mejora.
Principales
aportaciones de una evaluación integrada.
Son
tres:
- La información que aportan para la mejora del programa, trascendiendo aspectos como la eficacia, eficiencia o satisfacción, para información anterior a la evaluación final, permitiendo ajustar las decisiones al momento, cosa que facilitará la mejora del programa sobre la marcha.
- El compromiso con la mejora del programa, ya que es fruto de una actitud ligada al deseo de superación y a la asunción de responsabilidades.
- La continuidad, ya que es una exigencia de cualquier actuación al servicio de la mejora.
Técnicas para la recogida de información.
Técnicas de observación: La observación debe ser planificada y sistemática, por lo tanto intencionada, de lo que resultará una información no casual. Se puede utilizar en momentos variados de la evaluación.
Técnicas de análisis: En la que se extrae la información de documentos (actas, escritos, expedientes, filmaciones, registros, etc...) para convertirla en datos relevantes.
Técnicas de encuesta: Son las más utilizadas, los principales problemas son el número de respuestas y la sinceridad de los encuestados.
Técnicas de consulta: Acudiendo a expertos para consultarles, por ejemplo la Técnica Delphi.
Técnicas de prueba: Nos aportan evidencias independientes que constatan la eficacia de un programa.
Complamentariedad de técnicas: Es aconsejable complementar las técnicas anteriores, ya sea como elemento de contraste, para completar la información o para valorar el grado de credibilidad de esta.
Instrumentos de recogida de información
Para la observación: guión, listas de control, escalas de observación, etc...
Para la encuesta: cuestionarios e inventarios.
Para las pruebas: pruebas objetivas, test tipificados,
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